La fallecida actriz de La Guerra de las Galaxias Carrie Fisher fue honrada este jueves con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, en una ceremonia ensombrecida por una agria disputa entre su familia. Fisher, que interpretó a la princesa Leia en la franquicia de ciencia ficción más taquillera de todos los tiempos, murió de un ataque al corazón en 2016. Le sobrevive su hija, la actriz Billie Lourd.
Lourd -con un vestido adornado con el personaje más famoso de su madre- supervisó los honores póstumos a Fisher, que tuvieron lugar el 4 de mayo, festividad no oficial de Star Wars.
Pero brillaron por su ausencia en el evento de Los Ángeles el hermano de Fisher, Todd, y las hermanastras Joely y Tricia Leigh, que esta semana criticaron a Lourd por no invitarles.
Todd Fisher dijo a TMZ que «ser omitido de este día tan especial es realmente doloroso», mientras que las hermanas escribieron en Instagram que su omisión fue «profundamente impactante.»
Lourd contraatacó acusando a los hermanos de sacar provecho de la muerte de su madre «haciendo múltiples entrevistas y vendiendo libros individuales por mucho dinero.»
«La verdad de la complicadísima relación de mi madre con su familia sólo la conocemos yo y quienes estaban realmente cerca de ella», escribió, en Hollywood Reporter.
«No tenemos ninguna relación», dijo Lourd, confirmando que no había invitado al trío.
La campaña para conseguir una estrella para Fisher llevaba años en marcha, y los fans se quejaban de que sus compañeros de reparto Mark Hamill y Harrison Ford ya tenían sus propias estrellas.
Hamill rindió homenaje a «mi querida gemela espacial» en la ceremonia del jueves, a la que asistieron los personajes de Star Wars R2-D2, C3PO y un Stormtrooper.
«Era nuestra princesa, maldita sea», dijo.
El 4 de mayo -la fecha elegida para la ceremonia de Fisher- es celebrado cada año por los fans de Star Wars, en una vuelta de tuerca al mantra de las películas «Que la fuerza te acompañe».
Fisher, cuyo primer papel en la pantalla llegó cuando era adolescente en la sátira Shampoo (1975), de Hal Ashby, interpretó a Leia en seis películas, empezando por Star Wars (1977).
Ella apareció póstumamente en Star Wars: El ascenso de Skywalker de 2019.
Fisher se une a los más de 2.000 grandes nombres del cine, la televisión y la música que tienen estrellas incrustadas en las aceras de Hollywood Boulevard y sus calles aledañas.
Entre ellos están sus padres, el cantante Eddie Fisher y la actriz Debbie Reynolds, así como Connie Stevens, la madre de Joely y Tricia Leigh.