La última película de la superestrella de Bollywood Shah Rukh Khan, Pathaan, que se estrena la semana que viene, lleva varias semanas acaparando titulares en la India.
No es de extrañar, porque Khan es una de las estrellas más grandes y queridas de la India. Encantador, divertido y con millones de fans en su país y en el extranjero, el actor es descrito a menudo como la «exportación cultural más importante» de Bollywood, cuya popularidad va más allá de sus películas. Sus fans le llaman cariñosamente King Khan o el Rey de Bollywood.
Y Pathaan es su primera película tras un paréntesis de cuatro años.
El actor de 57 años reaparece en la gran pantalla tras una serie de reveses en su vida personal y profesional, como la detención de su hijo Aryan Khan el año pasado por falsos cargos de posesión de drogas -los cargos fueron finalmente retirados- y una serie de películas que no obtuvieron buenos resultados.
El vacío ha despertado el interés por Khan y también ha provocado un mayor escrutinio de la película, protagonizada también por Deepika Padukone, una de las estrellas más populares de la India, y John Abraham.
Desde diciembre, cuando los cineastas empezaron a publicar vídeos promocionales de las canciones de Pathaan, la película ha sido objeto de incesantes charlas en las redes sociales.
Y desde que se publicó el tráiler la semana pasada, el frenesí de los fans ha alcanzado su punto álgido.
Se ha visto más de 49 millones de veces en YouTube. El tuit de Khan sobre el tráiler en hindi ha tenido 3,9 millones de visitas y medio millón más cada una de las versiones en telugu y tamil.
Según los informes, ha habido una «respuesta excepcional» a la venta anticipada de entradas en Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, Alemania y Australia.
La trama, descrita por los fans como un cruce entre las películas de James Bond y Misión Imposible, es bastante predecible.
Un grupo terrorista pretende destruir la India con «un atentado que no podían imaginar». Las autoridades se apresuran a luchar contra ellos, pero el tiempo se agota. Está en juego el futuro del país. Así que ponen a trabajar a su mejor hombre.
«Si os atrevéis a ir de fiesta a casa de Pathaan, tendré que venir a recibiros… con fuegos artificiales», nos dice con sorna una voz inconfundible, mientras Khan hace su aparición.
Khan, un espía suave con el pelo despeinado y bíceps y abdominales cincelados, derriba enemigos sin esfuerzo, salta sobre vehículos en movimiento, desciende en rappel por rascacielos y seduce a mujeres mientras intenta salvar a su nación de las fuerzas del mal, lideradas por Abraham. Los planos van acompañados de una música vibrante.
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El tráiler de dos minutos y medio ha entusiasmado tanto a los fans como a los críticos, que se han deshecho en elogios hacia la magnitud del proyecto. Un fan la calificó de «experiencia paisa vasool [relación calidad-precio]», y añadió que intentaría ver la película en cuanto se estrenara.
Pero desde el principio, Pathaan se ha visto envuelta en polémicas.
Khan ha tenido bastantes problemas con la prensa y la crítica en el pasado. Pero desde sus comentarios sobre la creciente intolerancia religiosa en India hace unos años, el aluvión de ataques de los grupos de la derecha hindú se ha vuelto más personal y concertado.
«Ha adquirido un tinte claramente comunal, ya que pretenden anclar la imagen del actor en torno a su identidad religiosa», afirma el escritor y crítico de cine Saibal Chatterjee.
Hasta hace unos años, dice, Bollywood se consideraba un lugar que existía más allá de las diferencias religiosas y políticas, y «el entretenimiento era lo único que importaba». Pero ahora, añade, la industria está cada vez más polarizada.
«Khan es uno de los pocos actores que representan ese pasado que algunos sectores quieren borrar por completo. Por eso no le soportan».
Ya irritados por el nombre de la película, Pathaan -un título musulmán-, los grupos hindúes de línea dura suscitaron una polémica sobre una de sus canciones después de que Padukone apareciera en bikini de color azafrán en la canción Besharam Rang -que en hindi se traduce como color desvergonzado-.
Acusaron a Khan de insultar a los hindúes, ya que el azafrán es un color asociado a su religión, a pesar de que Padukone cambia de vestuario varias veces durante la canción.
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Se ha pedido la prohibición de la película si no se retira la canción, los manifestantes han arrancado carteles y quemado efigies de Khan, se ha presentado una petición ante un tribunal acusando al reparto de herir los sentimientos de la comunidad hindú y se ha acusado a la película de promover la desnudez y la obscenidad.
Se han hecho continuos llamamientos a boicotear Pathaan y en las redes sociales han circulado hashtags insultantes.
Pero mientras comienza la cuenta atrás para el estreno de Pathaan, Khan y los cineastas han eludido las polémicas y se han centrado en la promoción de la película.
Durante la Copa Mundial de la FIFA, el futbolista Wayne Rooney apareció junto al actor en un breve vídeo promocional, repitiendo después de Khan en hindi: «Apni kursi ki peti bandh lo, Mausam bigadne wala hai [Abróchense los cinturones, el tiempo está a punto de ponerse turbulento]».
Y a principios de esta semana, Khan visitó Dubai, donde una gran multitud de fans vitoreó el tráiler de Pathaan, proyectado en la fachada del Burj Khalifa.
Desde la reputación del actor hasta el presupuesto de 2.500 millones de rupias (30 millones de dólares; 25 millones de libras), hay mucho en juego, y algunos se han preguntado si la publicidad negativa podría afectar al éxito de la película.
Chatterjee no está de acuerdo.
«Khan no es sólo un actor, es una marca, probablemente la mayor que hemos tenido en el país, y sin duda en Bollywood», afirma.
Shrayana Bhattacharya, autor de un libro titulado Desperately Seeking Shah Rukh Khan, afirma que los fans de la estrella «nunca le reducirán a cálculos religiosos o políticos». «Verán Pathaan el primer día porque le han echado de menos en la pantalla», añade.
Pero algunos se preguntan si el género del thriller de espionaje es el adecuado para el regreso de Khan a la gran pantalla tras cuatro años de ausencia.
Khan se dio a conocer interpretando a un héroe romántico, un actor que definió el amor -su lenguaje, su volubilidad y las angustias que conlleva- para toda una generación. Y es posible que las mujeres, que constituyen una gran parte de su base de fans, no estén interesadas en verle como héroe de acción.
Hace unos días, el actor dijo que siempre había querido ser un héroe de acción y que por eso Pathaan «es un sueño hecho realidad para mí».
Chatterjee dice que tiene «algunas reservas» sobre la película, pero que es «una idea atrevida».
A lo largo de los años, señala, el actor ha experimentado con los guiones, interpretando distintos tipos de papeles, como los de Mi nombre es Khan, Chak de India y Love You Zindagi.
Con Pathaan, dice, Khan está claramente «rompiendo moldes».
«Pero en este momento de su carrera puede permitírselo. No tiene miedo y está experimentando. No tiene nada que perder».
Y tanto si la apuesta sale bien como si no, una cosa es segura: «No te pierdes una película de Shah Rukh Khan», afirma.
