Has sufrido una ruptura. Experimentas todas las emociones: rabia, dolor, tristeza y lágrimas.
¿Y las estrategias? Puede que te pegues un atracón de series, de comida rápida o descargues tus emociones en tu diario íntimo.
O, si eres un músico de fama mundial, puedes decidir grabar un abrasador tema disidente apuntando a tu ex.
Después, súbela a Internet, quédate quieto y mira cómo saltan chispas.
Al menos, eso es lo que hizo Shakira con Out of Your League, su canción sobre su ex futbolista Gerard Piqué, que ha batido récords en YouTube.
Y no es la única. Los fans están convencidos de que Flowers, de Miley Cyrus, habla de su ex Liam Hemsworth.
No es que las superestrellas del pop conviertan sus emociones en canciones sea algo nuevo. Si no que se lo pregunten a Adele o Taylor Swift, reinas de la balada de ruptura.
O a Ariana Grande, The Weeknd y Justin Bieber, sólo algunos de los grandes nombres que han lanzado éxitos inspirados en el desamor.
Pero, ¿cuál es el truco para grabar la canción de ruptura perfecta? ¿Y por qué es tan satisfactorio escucharlas?
Una historia de amor (perdido)
La razón principal de la popularidad del género es probablemente obvia: a la mayoría de nosotros nos han dejado (o hemos dejado) en algún momento de nuestra vida.
Nos duele. Nos sentimos identificados.
Así lo cree el profesor de composición Martin Wright, que trabaja en el Instituto Británico e Irlandés de Música Moderna (BIMM) de Birmingham.
Dice que las mejores canciones de ruptura tienen que ver con la narración.
¿Cuál es la historia?
«Si soy yo quien rompe contigo, se trata de empoderamiento, liberación y libertad», dice Martin.
«Pero si eres tú el que rompe conmigo, puede que hable de tristeza, amargura e incluso a veces venganza».
En Out of Your League, Shakira consigue combinar de forma impresionante la mayoría de estos elementos en una sola línea:
«No volveré contigo, ni aunque llores, ni aunque supliques».
¿Por qué, por qué, por qué?
Luego está el siguiente ingrediente: por qué se produce la ruptura.
«¿Se trata de amantes despechados, o podría ser algo en la línea de la vida que avanza y se desenamora?», pregunta Martin.
«Y luego nos fijamos en lo que ocurre ahora en una canción de ruptura. ¿Cómo se siente una persona ante su ruptura?».
Aquí hay varias opciones. Un enfoque popular es el «Ya lo he superado», como demuestra Ariana Grande:
«He aprendido del dolor/Salí increíble».
O puedes seguir el ejemplo de Olivia Rodrigo y su versión más reflexiva:
«Y no puedo imaginar cómo puedes estar tan bien ahora que me he ido».
Para terminar
Y para rematar, ninguna buena historia está completa sin un final: ¿qué pasa después?
Según Martin, la clave está en el estribillo y en mirar hacia el futuro.
Puedes poner una nota de esperanza, como Adele:
«No importa, encontraré a alguien como tú».
O seguir el camino de Beyoncé:
«Nena, no derramaré ni una lágrima por ti/No perderé el sueño/porque la verdad del asunto/es que reemplazarte es muy fácil».
O seguir la decisión de Taylor Swift:
«Pero nunca, nunca, nunca, volveremos a estar juntos. Como, nunca».
Lágrimas goteando por la página
Además de ser agradable de escuchar, una canción de ruptura puede ser útil para quien la escribe.
La cantautora Nahli, de Londres, dice que empieza a escribir «en carne viva» justo después de una ruptura.
«Es como si tuvieras un nudo en la garganta, una sensación de pesadez horrible y te sintieras mal», dice.
Nahli, que ha actuado con artistas de la talla de Sigma, cuenta que solía escribir sus emociones en un diario. Ahora las convierte en canciones.
Cuando las escribes en el momento, cuando lloras sobre la página y las lágrimas gotean y emborronan la tinta…».
«es cuando afloran todas mis emociones más profundas».
La canción Mama’s Boy de Nahli, en su álbum Therapy [Side A], trata de una «ruptura muy complicada».
«Fue más bien una venganza. Estaba irritada cuando escribí la canción», dice.
«Digo algunas cosas que son muy groseras. Porque así es como me sentía en ese momento, muy enfadada.
«Y la única forma que tenía de sacar esas emociones de rabia era porque quería que él la oyera».
Otra canción llamada Relapse, del mismo álbum, trata de «saber que esa persona no era muy buena para mí».
«A veces, cuando vuelven a entrar en tu vida, tenía tanto miedo de recaer si decía que sí».
Para Nahli, las canciones son una «forma de limpieza», la única manera de «desmitificar mis emociones y sacarlas fuera».
«Cuando escribo, estoy desmontando y deshaciendo todos esos nudos, y los tengo enderezados delante de mí para poder organizar y procesar esas emociones».
«Porque una vez que puedes descargarte, se siente como una terapia».